EL TRÍO PERFECTO
Solo a un peruano loco se le ocurre tratar de juntar a Italia y a Perú para formar un solo y sabor. Aunque parezca una locura completa, lo logró y hoy es la creación más rica y la combinación perfecta que nuestro paladar tiene el gusto de disfrutar, a pesar del desacuerdo de mucha gente.
Machu Picchu, el Pisco Sour, la papa y otros productos se han convertido en características principales de nuestro país. Sin duda en los últimos años en lo que más ha resaltado, respecto a la actividad económica, el Perú es en la gastronomía. En su rico chicharrón o en esa causa con encebollado con un toque de vinagre y pimienta.
El ceviche por sobre todas las cosas es el plato más fuerte junto con la papa a la huancaína, quienes forman los platillos favoritos que más se piden en los restaurantes.
Cuando oí sin querer sobre el combinado, ni siquiera paso por mi mente lo que más adelante representaba. Había tenido el gusto de comer ese contraste, basado en esa crema hecha con maíz morado agregado a esos frutos secos y a la estupenda canela junto con el arroz cremoso con leche que deleitan nuestro paladar una tarde cualquiera.
Al parecer estaba equivocada, hablaban de los puestos pequeños ubicadas en las esquinas de la ciudad. Eran muy notorios, se observaba a unas mujeres enmandiladas con los cabellos un poco desordenados y el sudor invadiéndole el rostro por el intenso calor que suele mostrarse al mediodía. La cantidad de personas sentadas frente a ellas y otras que curiosamente se detenían, habrán quedado a gusto con lo probado. A simple vista nadie se sentaría ahí, pero en ello había algo interesante.
“vamos, te va a gustar” fue la frase de una compañera de la universidad, que me recomendaba comerlo. Me preocupaba un poco lo que veía y lo que comería. Pero al final termine aceptando.
Cuando llegamos al lugar mi forma de pensar cambio. Había mucha gente y lo extraño fue ver los tres platos colocados en uno solo.
No había imaginado antes una mezcla de esa pasta condimentada con la colorida zanahoria, ese sabor inigualable del ajo y ni que decir de la reina de las lagrimas, esa que nos saca algunas lágrimas como anticipándonos que luego del llanto viene lo bueno.
Agregado a ello nuestra clásica legumbre oriunda de nuestro país, la papa, acompañada de una espesa y riquísima crema a la huancaína preparada con ingredientes deliciosos como el queso, la leche, el pan y la pisca de sal.
El ceviche, por supuesto, con el pescado fresco, acompañado con ese exagerado olor a cebolla, el toque de picantito del aji y por supuesto el limón verde que gracias a su acido, vuelve dulce el paladar de cualquier persona.
Con cierta desconfianza cogí el cubierto y di el primer bocado. Estaba frente a una de las cosas más ricas que había probado. Atrás quedo mi platillo de tallarines con crema a la huancaína por separado. Para ser un buen plato tenía que ser un buen combinado.
Chimbote, considerado la ciudad con el mejor ceviche nacional, tenía que ser el protagonista de tal creación. Al escuchar esto, muchas otras ciudades empezaron a crear nuevas formas de combinación sin mayor logro.
El arroz con pollo y la chanfaina fueron agregados a este trio. De simple vista puede causar un desorden a la hora de comer. A mí me basto minutos para poder apreciar este combinado e importarme poco lo que vi. Nuestra excusa es “a las finales todo va al estómago”.
Bien dicen que el gusto parte de la experiencia y es imperdonable juzgar algo que no conocemos, que no hemos visto o probado. Con tan solo cinco soles podemos gozar de una sensación riquísima de la que uno mismo es el juez y poder ser parte de la locura de los peruanos. Al fin y al cabo somos el país con la mejor gastronomía y una creación más nos hace aún más imponentes.
